El tercer conjunto, él más famoso de cuantos integran el monumento granadino: el Palacio de los Leones. Lo
centra el patio de ese nombre, porticado y de crucero, con dos andenes que se cruzan en ángulo recto. En el centro se sitúa una fuente de piedra con una pila dodecagonal, epigrafiada en el borde y soportada por 12 leones. Este espacio central esta flanqueado en cada lado por estancias dispuestas axialmente. Dos de ellas (sala de los Reyes y la sala de los Mocárabes) a oriente y occidente respectivamente, forman espacios
alargados y estrechos en los lados menores: divididos en pequeñas alcobas en la Sala de los Reyes. En el centro de los costados más largos se emplazan otros dos espacios: uno más pequeño, de planta tripartita, la Sala de los Abencerrajes, y otro mas complejo, compuesto por varias estancias en torno a un salón central, Sala de las dos hermanas.
La arquitectura del Palacio de los leones, residencia privada de los monarcas, sobresale por su calidad y
delicadeza. El portico que lo circunscribe descansa sobre columnas de mármol blanco con fustes cilíndricos adornados con anillos. Los capiteles son también cilíndricos (inferior) y cúbicos (superior) recubierta esta por vegetación muy estilizada.
A mediodía del Patio de los Leones se levanto la Rauda o panteón Real de la dinastía, del que las
excavaciones dejaron la planta (rectangular y como las mezquitas, orientada a La Meca; sudeste− noroeste. La cabecera quedaba dividida en res capillitas, seguramente destinadas a enterramientos reales. La cepa de 4 pilares dispuestos en cuadro, en el centro de la habitación. Hace suponer que había una linterna para iluminar el interior.
Originalmente debía estar rodeada de jardines, de ahí, su nombre: rawda= jardín. Consta de 64 tumbas hacia el sudeste como manda el rito islámico. De diferentes tamaños, sin restos puesto que el ultimo
rey nazarí Muhammmad XII, Boabdil (1482− 1486 92) los manda exhumar y traslada su residencia a
Mondujar, al conquistar granada los castellanos del norte.